martes, noviembre 30, 2010

Color de rosa

Ojalá que quienes manejan el PAN en Morelos (obviamente no pienso que lo haga Germán Castañón, quien desempeña un papel parecido al de mi paisano -duro es decirlo, pero nació allá en Jojutla- Juan Ángel Flores Bustamante. Ambos apenas llegan a conserjes de sus respectivos changarros)  se den cuenta de que su estrategia "política" para mantener el visto bueno de la sociedad y al mismo tiempo darle duro a los enemigos reales o imaginarios ya hace tiempo que dejó de funcionar.

Pensé que la lluvia de votos adversos recibida en julio del año pasado los había hecho entender, pero ha pasado más de un año y siguen en las mismas.
Lo único malo de todo eso es que han usado los programas públicos para tratar de reenfocar sus objetivos, sin lograrlo.
Además de que es sabido que son militantes, simpatizantes o potenciales votantes de su partido los que reciben  muchos de los beneficios de los programas sociales, no han sabido explicar con certeza las cosas que sí se han hecho bien, como el mejoramiento de la red de salud pública, por ejemplo.
Germán Castañón Galaviz repitió ayer el discurso nacido de la ingesta de esa droga que sirve para ver el mundo color de rosa y que compra por kilos ese señor llamado Vicente Fox.
Pero como los demás no consumimos la pastillita, no encontramos la conexión entre lo que dice ese señor y el mundo que percibimos.
Faltos de referencias que les puedan dar alguna sensibilidad, los operadores de ese partido están reprobados pero como igual les pagan buenos sueldos, ni cuenta se dan.
El problema es que los ciudadanos terminamos por pagar los platos rotos cuando esa gente se da sus batacazos.
Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, analizó la situación y a punto estaba de ofrecer sus servicios de politólogo, pero debe ser buen analista, porque a los pocos segundos de pensarlo comenzó a murmurar frases como "causas perdidas", "sin remedio" y se echó para dormir una buena siesta.
Debe haber soñado que era ese tal Castañón, porque durmió plácidamente, sin que nada la preocupara.
Hasta roncó.

Puras siglas vacías

Construir una verdadera democracia fue el reto que se plantearon diversas organizaciones poco después de que a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano le fuera arrebatada la elección presidencial de 1988, como lo han reconocido los políticos que tuvieron a su cargo ese histórico proceso.

Al principio ese fue el objetivo, pero lo que terminaron construyendo fue una partidocracia pura y dura, donde nadie que no forme parte de o sea apoyado por un partido político puede aspirar a los puestos públicos más relevantes del país, lo mismo de elección que de designación.
El escenario nacional se extrapoló al estado de Morelos, donde nada han perdonado los partidos, ni siquiera a las instituciones que por su propia naturaleza deberían ser de composición ciudadana e inspirar confianza.
Eso explica la pifia de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Morelos, que en días pasados habló del caso de un niño que había perdido un ojo durante su estancia en su escuela.
Aunque el organismo se disculpó por el daño hecho cuando se hizo público que el caso ya había sido atendido por el IEBEM a satisfacción de la familia del afectado, el daño estaba hecho.
En este caso la afectación no fue a la institución educativa, sino a la credibilidad de la Comisión de Derechos Humanos, que de por sí quedó en los suelos por el paso del conformista Fausto Gutiérrez Aragón.
Al partidizar el nombramiento de los titulares de las instituciones "ciudadanas", se ha convertido en lo más importante preservar cotos de poder.
Operar con dignidad las instituciones no es una prioridad, a pesar de la gran falta que hace en estos tiempos agitados que corren que alguien con autoridad ponga límites a los excesos que se cometen en todas las guerras, incluida la que se libra contra el narco.
No hay nada que lamentar, porque sabíamos lo que pasaría. Pero ¿hasta cuándo y cuánto gastaremos en mantener siglas que no se esmeran por pasar de ese triste papel?

viernes, noviembre 26, 2010

Trepadores de especie dañina

Hoy la iguana verde -esa a la que le encanta comerse las flores en la casa de ustedes- volvió a meter su cuchara, llena de emoción al comprobar su teoría, de que iban a abundar más los de su especie -así lo dijo, aunque en estricto sentido clasificatorio no corresponde a la realidad- en referencia a la toma de posesión del nuevo dirigente del PRI en Morelos.

Ya he explicado que la mentada iguana verde se describe asimismo como "trepadora", porque a la malvada le encanta estar encima de un tulipán -mi tulipán- cuyas flores disfruta enormemente.
Un tiempo fue víctima de la depresión, porque sintió que no había mucho trepador como ella en el mundo. De repente escuchó las conversaciones filosóficas que Pingo sostenía con su compañero el Canito, en el que el audaz perro criticaba acremente a los partidos políticos y a quienes se escudan tras un logo.
En esas pláticas Pingo dijo que cuando el PRI recuperara formalmente su estructura interna se llenaría de trepadores de la política que acosarían a la nueva dirigencia.
Entonces la iguana verde se puso feliz y esperó con calma y paciencia a que los priistas renovaran su comité directivo.
Hoy casi baila de alegría, porque dice que una vez que Amado Orihuela Trejo ha llegado a la silla principal, los trepadores comenzarán a llegar y ella, la iguana verde, podrá mejorar su vida social.
Lo que no se ha dejado explicar es que es otra clase de trepadores, no tan benignos como ella, sino de una clase dañina.
Tengo entendido que Pingo ha tratado de explicar la diferencia y aclararle que esos trepadores abundan también en el PRI, el PRD y el resto de los partidos, pero ha sido en vano.
La iguana verde espera ver el PRI lleno de trepadores. Lo malo es que no le faltra razón.

Por internet

El Pingo ha vuelto por sus fueros ahora que el tiempo le ha permitido recuperar “la gallardía” –algo dicho por él pero que en lo personal no avalo- y está dispuesto a opinar de todo, pero debo admitir que también se toma sus momentos para la reflexión y la autocrítica.

Y dentro de ese contexto, admite que debe a las nuevas tecnologías su “bien ganada fama pública” –palabras que tampoco avalo- pues recordó que su incrustación en esta columna comenzó gracias a que es aficionado a las computadoras y se asomaba y se asomaba a ver lo que su servidor escribía, hasta llegar finalmente a meter su cuchara en un espacio que se esfuerza en ser serio y confiable –algo que, hay que reconocerlo, Pingo ha respetado y conservado en sus intervenciones-  pero que hoy aborda temas sociales y políticos con mejor olfato –nuevamente lo dice él- lo que ha cautivado –otra vez es su opinión- a los lectores.
Dice que sin acercarse como lo hace a una computadora sería sólo un perro más, pero hoy es hasta politólogo, como se autodefine.
Todo lo anterior viene al caso porque, según Pingo –que aquí si tiene mi aval- el presidente de este sufrido país cree que con estar frente a una computadora es suficiente para desquitar su gordo salario. El jueves “celebraba” que había alcanzado 300 mil “seguidores" en su cuenta de twiter (o como se escriba).
Pero la realidad es aguafiestas. El mismo día el Inegi informó que conforme al Censo General de Población 2010, México tiene 112 millones 322 mil 757 habitantes.
Eso significa que le falta gobernar para 112 millones 22 mil 757 paisanos y no sólo para los que pueden “tuitear” con él.
Así de sencillo.

miércoles, noviembre 24, 2010

El regreso

Durante varios días y por razones estratégicas Pingo -ese perro que se siente el amo en la casa de ustedes- no había metido las narices en esta columna.

Lo que pasa es que en realidad el dichoso animal -le digo así ahorita que no ve- fue hace unos días a que lo pusieran bonito -más bonito, dice él- pero el caso es que a su peluquera se le pasó la mano y lo dejó como xoloitzcuintle, el perro típicamente mexicano que no tiene ni un rastro de pelo.
Así quedó Pingo, que tuvo que usar un buen suéter que tampoco le favorece, por lo que decidió retirarse de la escena pública.
Al respecto el can en su momento dijo que él no era como Maricela Sánchez Cortés, quien no le tiene miedo al ridículo y muestra impúdicamente sus tintes y lo que parece son cirugías o algo similar para dar el gatazo de que tiene 15 años menos.
Pingo citó a Jesús Reyes Heroles, quien dijo que "la forma es fondo" (en referencia a la política) para asegurar que hasta no recuperar la "audaz figura", el "ademán seductor" y  no sé cuántas virtudes adicionales no habría manifestaciones públicas de él, aunque tampoco llegaría a las exageraciones de Luis Miguel de hacerse el muerto (una gracia que por cierto no le sale) para mantener expectante a su público.
Pero el tiempo, que todo lo cura, ha hecho su trabajo y el Pingo nuevamente comienza a tener pelo y con eso, cuál Sansón, le han regresado las energías para hacer sus ponzoñosas críticas. Asi es que, políticos: agárrense.

P.D.  Dice Pingo que agradece el saludo de Carlos Félix y se lo devuelve.

martes, noviembre 23, 2010

Pequeñas cosas

Hoy al mediodía (bueno, diez minutos antes de la una de la tarde) pasaba por el bulevard Juárez cuando vi que un agente de tránsito le quitaba la placa delantera a un auto gris estacionado en una zona con guarnición amarilla. El incidente ocurrió justo enfrente de donde un indigente al que le falta un pedazo de pie (ya les había platicado antes de él) malvive.

La joven dueña del auto llegó a reclamar al agente el por qué de su actuación, ya que no violaba ninguna regla.
Fue una discusión breve y al final el policía le regresó a la mujer su placa (en la mano, no colocada donde estaba) pero a condición de que moviera el vehículo, ya que la muchacha “no había respetado” la zona apartada con un huacal destartalado. El agente no defendía el cumplimiento de la ley, sino a los que lo pusieron a apartar esos lugares, cercanos a un estacionamiento al lado del IMSS.
A pesar de lo cotidiano de la escena, no dejaba de resultar grotesca: un indigente con el hueso del pie al aire y su servidor fuimos testigos de lo necesario que es cambiar a este país desde arriba pero también desde abajo. Por el hecho de haber sido todo esto en plena calle lo pudimos ver, lo que no pasa con lo que sucede dentro de oficinas de lujosos acabados, con aire acondicionado y todas las comodidades y que, cualitativa y cuantitativamente, es mucho más grave.
Pero oculto, porque las instancias que deberían garantizar la transparencia de los actos realizados por los servidores públicos no funcionan.
Así es que no queda más que hablar de esos pequeños excesos. Ni modo.

lunes, noviembre 15, 2010

Olores

La semana pasada faltó espacio para hablar de los olores de la política desde la perspectiva del olfato de Pingo -ese perro que se siente amo en la casa de ustedes- quien ha señalado situaciones de la vida pública de Morelos que están lejos de la percepción del ciudadano normal.

Aunque dicen que el poder es afrodisiaco, Pingo asegura que huele a todo menos a feromonas, por lo que deduzco que los humanos somos afortunados de ser insensibles a esas cosas, sobre todo en tiempos como los que acaban de pasar, cuando las elecciones internas del PRI impregnaron todo el ambiente.
La iguana verde (habitante también de la casa de ustedes, cuyas flores se come la muy malvada) quiso introducir su cuchara a pesar de que ella no tiene buen olfato y dijo que si los políticos olieran a chapulines habría iguanas gordas y grandes que se los comerían, pero que parece que la Naturaleza en toda su sabiduría (¿) los protege al darles ese olor, que impide que se les antojen a otros depredadores.
Quizá lo que dijo la iguana sea tan profundo y explique él por qué de tanta impunidad y que no haya políticos en la cárcel. Alguna extraña defensa que no percibimos mantiene a raya al largo brazo de la ley.
Si combinamos lo de los malos olores que detecta Pingo con la que dice la iguana, quizá podamos plantear una hipótesis de trabajo que servirá para que los científicos de la rama afín al tema investiguen hasta descubrir, aislar y manipular el gen que les da ese escudo natural a quienes viven del dinero ajeno, en el sentido estricto de que a los que se dedican a la política los mantiene el gobierno, o sea, nosotros.
Ese sí sería un gran avance de la ciencia. Despojar a los políticos de su escudo protector permitiría a los ciudadanos recuperar las instituciones y al país en general, pero creo que aún no disponemos de tanta tecnología (por eso los políticos que leen este de seguro se ríen llenos de confianza y conchudez). Ni modo.

viernes, noviembre 12, 2010

Olores políticos

El pasado martes hice una visita fugaz a mi natal Jojutla, un lugar famoso por la frescura de su clima (recuerde que por eso digo que soy de tierra fría) y la calidez de su gente, donde charlé con personas que hacía años no veía, como Agustín Sedano Quintanilla, que lo primero que me dijo fue que dejara en paz al Pingo, ese perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que ha pasado a ocupar importantes espacios en esta columna, donde opina de la política y de los políticos.

Lamento decirle a Agustín que la cosa debe ser al revés. Pingo debería darme a mi paz y tranquilidad, pero se empeña en hacerme quedar mal cada vez que expresa sus comentarios en torno a lo que ve, siente y huele (ya que como buen perro tiene el olfato muy desarrollado) del ambiente político morelense, que a su juicio tiene mal olor, porque -dice- hay tantos políticos chamuscados mezclados con otros que huelen a servilismo o a traición -Pingo dice que incluso a ambas cosas a la vez- que quien inventara un desodorante de ambiente para contrarrestar esa fragancia se haría rico.
Lo que dijo al respecto suena interesante, pero como hoy hay poco espacio en la columna en su vrsión en papel, luego seguiré.

domingo, noviembre 07, 2010

Hoy domingo por la mañana salí de la casa de ustedes a arreglar algunos asuntos y por el camino me encontré a un vecino que venía de donde se supone le tocaba votar en la elección interna del PRI. Echaba hubo por los oídos porque su nombre no estaba en el padrón de esa casilla, por lo que se dirigía de malas a otra más donde se supone podría votar por su gallo.

Total que al rato lo volví a encontrar, ahora más enojado, porque tampoco en esa figuraba y quizá tenía que salir a otra comunidad del municipio a buscarse, pero no sabía a cuál de todas.  
Y no era el único que así estaba.
Pero lo que me sorprendía era su gesto de sorpresa, como si no supiera en qué terreno pisaba. El muy ingenuo esperaba una elección “abierta, derecha y democrática” y se encontró justo con un proceso interno del PRI, donde siempre ha ocurrido justo lo contrario.
Quién sabe quién gane, pero de que hay ingenio en ese partido, lo hay, al grado de que desde hace muchos años le llaman a las trampas y las chuecuras “ingeniería electoral”.
Y ayer hubo mucho de eso. Desde que salió el sol y hasta que se puso.
Y la gente, impasible, como si nada.
Creo que nadie podía denunciar la tranza del vecino porque corría el riesgo de que se descubriera la propia.
Lo único que importó fue el acarreo, la compra del voto y el descontón al contrario.
De todo eso lo único que saldrá serán muchos derrotados, un ganador a medias y muchas, muchas anécdotas.

miércoles, noviembre 03, 2010

Adivino sustituto

El pulpo Paul se murió hace quince días y ni tiempo hubo de guardarle un minuto de silencio. De hecho, pensé que era un tema olvidado cuando el Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, lo volvió a sacar a colación, por su interés en sustituir a tan ilustre octópodo en materia de adivinanzas.

Los pulpos solo viven tres años -Paul ya era un anciano cuando estiró las ocho patas- pero los perros viven mucho más, por lo que sí el Pingo le  pega a uno de sus pronósticos, serán eternos los años en que no me podré librar de él, por lo que espero que le falle su visión del futuro.
Y como acto de calentamiento, el rebelde can se puso a proferir a los cuatro vientos que la elección interna del PRI la ganarán Guillermo y Maricela Sánchez Cortés (por supuesto que eso ocurrirá si, como se piensa, el  triunfo es para quienes hagan más trampas y no quién tenga más votos limpios).
También pronosticó que pronto cesarán a Javier Bolaños Aguilar de la subsecretaría de Gobierno.
Además afirma que ningún ex alcalde será juzgado por haberse robado el dinero de los ciudadanos. También aseguró que los cínicos y desvergonzados Gustavo Rebolledo Hernández y Sergio Valdespín Pérez no tendrán remordimientos de conciencia.
Además pronosticó -eso dice él- que Sergio Estrada Cajigal tendrá otro ataque de nostalgia por el poder y que la contralora estatal jamás agarrará a peces chicos ni peces grandes. Además afirmó que Víctor Manuel Caballero no será candidato al gobierno estatal. Ni tampoco Adrián Rivera Pérez. Ni Fidel Demédicis Hidalgo.
Ojalá la gente que lee está columna entienda que los pronósticos caninos de Pingo son puras obviedades. No vaya a ser que cuando se cumplan lleguen en procesión a consultarlo.
Sería el colmo.

martes, noviembre 02, 2010

Años perdidos

La presentación de los informes de actividades de los alcaldes morelenses sirvió para mostrar como cada partido tienen sus métodos muy particulares de mostrarse ante el pueblo.

Los panistas, cuando gobernaban importantes Ayuntamientos –que hoy arrastran terribles deudas- usaban mucho la tecnología, especialmente las pantallas gigantes y magnífica sonorización de los sitios donde “daban cuentas” de su ardua labor.
Los priistas, ahora que regresaron al poder, echaron mano de sus métodos de siempre: acarreo, la banda de viento, porras…
Dinosaurios como Ángel Rivera Bello, presidente municipal de Miacatlán, se esmeraron en llenar el recinto o el escenario donde cumplieron la obligación legal de entregar su informe de actividades, con un despliegue de recursos que en muchas regiones de la entidad tenía años que no se veían.
Finalmente el PAN no logró dejar amarrado su ceremonial y son las viejas costumbres las que prevalecen, o sea, los protocolos del partido tricolor.
Todo eso quiere decir que diez años de alternancia en el poder –que no de democracia, porque todavía no somos un país democrático- han servido para todo menos para cambiar las formas de control de la sociedad.
Ni más ni menos que una década perdida.