miércoles, junio 15, 2011

Anormal normalidad

  Ayer fue para los vecinos de Cuernavaca otra jornada de caos normalizado. Protestas de comerciantes acabaron con la poca fluidez del tráfico en el primer cuadro mientras la volcadura de una pipa afectó la vialidad en la zona de Plan de Ayala al menos un par de horas.

Como “sólo” fue una manifestación, ni quien diga nada.
Los ciudadanos nos hemos acostumbrado a esa forma de vivir y ya ni siquiera le damos importancia.
De la misma forma vemos habitual que un día y otro aparezcan cadáveres por aquí y por allá. Si acaso nos limitamos a decir que algo hicieron. Creemos que las corruptelas que hoy se denuncian de fulano de tal son iguales, menores o peores que las de zutano.
O vemos con indiferencia cuando funcionarios, políticos o candidatos a algo hablen de los problemas sociales que nos quejan y dicen siempre lo mismo. Sabemos la clase de moral de Fidel Demédicis, de Graco Ramírez, de Víctor Saucedo (por citar tres ejemplos al azar) y no nos escandalizamos de que en nuestro nombre consigan una y otra vez sólo ventajas personales y hagan casi nada de interés público.
Y eso sin contar con los excesos en el combate al delito, en la que pocas veces agarran a alguien que sea verdaderamente peligroso para la sociedad. La anormalidad en la que vivimos se ha convertido en nuestra normalidad pero no creo que esa percepción sea normal. Aunque sí seguimos así, tan acostumbrados, sí lo será, hasta que sea demasiado tarde.

martes, junio 14, 2011

Nadie recibe los mensajes

  Jorge Hank Rhon le ha dado un duro golpe al gobierno panista luego de que no fue procesado por los cargos que la autoridad le imputó, luego de un operativo militar contra ese señor de mala fama y peores hechos.

Lo anterior manda un claro mensaje para la autoridad federal: las cosas no deben improvisarse y menos ir contra el Estado de Derecho porque hasta los más culpables pueden quedar exonerados.
Lástima que nadie en el gobierno federal reciba esos mensajes, ocupados como están en el uso de la estructura de gobierno para sus fines de preservación del poder por encima de todas las cosas.
Y siempre he dicho que también se requiere saber de Historia para evitar tropezar con la misma piedra. Pero también es un consejo que cae en el aire, pues no existe ninguna persona en oficina alguna dedicada a un rubro tan importante.
Así es que no sorprende a nadie las metidas de pata que un día sí y otro también vemos por radio, televisión, prensa escrita e Internet, como si se tratara de un plan secreto de banalización de las tarugadas oficiales. De tantas que son, al rato nadie les hará caso y quienes las cometen llegarán a tener más adelante no sólo la impunidad de la que hoy gozan, sino la discreción nacida de la indiferencia. Un plan verdaderamente malévolo.

lunes, junio 13, 2011

Ojalá que resulte

En concordancia con lo que dije ayer, deseo de todo corazón que el nuevo operativo policiaco instalado en las entradas de Morelos funcione y que además quienes en el participan no incurran en excesos.
Necesitamos ver reducidos los niveles de violencia, porque allá afuera, en otras latitudes, no se creen eso de que la delincuencia sólo se mata entre sí.
Empresas transnacionales han tomado medidas extraordinarias y qué mejor que haya cambios reales que lleven a recuperar el anterior estado de cosas en la entidad y con ello regresen las inversiones y el turismo en la misma medida en que lo teníamos hasta antes del famoso “toque de queda”, como se le llamó al vacío de poder que aterrorizó a la población.
La actividad económica debe recuperarse porque en ella está cifrada la estabilidad social.
Necesitamos empleos y quienes los generan necesitan certeza de que sus inversiones van a prosperar o por lo menos se mantendrán a salvo. Por esas y muchas razones más deseo que este operativo funcione.
Y funcionar tiene dos vertientes: tanto la disuación de los delitos –el objetivo principal- como el respeto a los ciudadanos que no delinquen y que, por lo mismo, merecen ser tratados con dignidad.
Esa combinación de factores puede lograr mucho. Demasiado.

domingo, junio 12, 2011

Medidas preventivas

Las abejas africanizadas, esto es, la cruza de europeas con africanas (estas ultimas muy bravas) llegaron a Morelos en 1989, aproximadamente.

 El gobierno (federal y estatal) se movilizó inmediatamente, quizá porque los  feroces himenópteros (por sus alas membranosas) al llegar a tierras morelenses mataron a un burro. Eso parece que provocó pánico en la clase política, que se movilizó para tomar medidas preventivas de inmediato.
Al final las abejas han matado a varias personas en los últimos 21 años, pero a pocos burros, por lo que las acciones cautelares cumplieron su objetivo, seguramente.
En este tiempo hemos aprendido a convivir con las abejas africanizadas  -que producen pocos daños- y con nuestros políticos, que son mortíferos y han evolucionado rápidamente, pues su apariencia tricolor se hizo azulada y su toxicidad aumento.
Sin embargo, no quiero que esa adaptación a esas dos peligrosas especies se repita ahora en cuanto a los seres que generan el clima de violencia que vivimos. Que no nos acostumbremos es mi deseo, mi esperanza mas grande, pues mal haríamos en aceptar como un hecho la situación anormal, de excepción, que hoy vivimos.
Como ese clima tan terrible no afecta a los que gobiernan –tienen suficientes guaruras y carros blindados-  no se han preocupado por mejorar las cosas, pero creo que ya es tiempo –siempre lo ha sido- de pedir mejores resultados.
No podemos, por ninguna circunstancia, convivir de modo permanente con tanta sangre, que sólo beneficia a los que venden las armas y a quienes pagan sus lujos con la venta de periódicos que chorrean (como dicen mis colegas de lanota roja) abundante líquido hemático.