domingo, septiembre 18, 2011

Pingo acudió puntual y patrióticamente a ver el desfile del 16 de septiembre. Por si las moscas, pidió que se le pusiera correa, a fin de que lo respetaran, ya que le tiene miedo (con mucha razón) a los niños maldosos, algunos de los cuales estaban o entre el público o en los contingentes. 

Aquí lo vemos mientras pone a trabajar su famosa nariz, especializada en detectar políticos. Sí descubre que uno se acerca, le avisa a todosa su alrededor, para que cuiden sus carteras. Para más detalles de la vida del PIngo, los imvito a leer la columna de su servidor en http://www.launion.com.mx/columnas/columnistas/el-poder-y-la-gloria.html


1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Je vais vraiment l'amour pour vous pour les clients de l'affichage sur oscardavismtz.blogspot.ru

9 de febrero de 2013, 12:55 a.m.  

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