El dinero no lo es todo en la vida
Una de las mayores perversidades de el ex gobernador Sergio Estrada Cajigal fue haber acostumbrado a los diputados de oposición a dejarse sobornar cada vez que la actuación lo ameritaba.
Espacio para dar a conocer las inquietudes de un periodista que ejerce como tal desde el ya no tan cercano año de 1986. También es un espacio para la columna El Poder y la gloria, que se publica de lunes a viernes en La Unión de Morelos, un periódico editado en Cuernavaca.
Una de las mayores perversidades de el ex gobernador Sergio Estrada Cajigal fue haber acostumbrado a los diputados de oposición a dejarse sobornar cada vez que la actuación lo ameritaba.
En la mañana cuando viajaba rumbo a mi trabajo escuché en el colectivo a un montón de niños con su mamá. Uno de ellos cantaba a todo pulmón algo que ahora se llama narcocorrido.
El asesinato de Rodolfo Torre Cantú, candidato a gobernador de Tamaulipas (el domingo son las elecciones) marca un antes y un después en la lucha contra el crimen organizado.
Por fin. Ahora otra vez los políticos mexicanos (morelenses incluidos) deberán cuidarse a la hora de decir tarugadas porque de nuevo son visibles. Durante quince días dijeron e hicieron lo que quisieron sin temor a los reclamos porque sus compatriotas estaban enfrascados en todo l que tuviera que ver con el Mundial.
Dice Pingo –ese perro metiche que en la casa de ustedes se cree el amo- y yo avalo que mi paisano Valentín González –hoy magistrado del Tribunal Superior de Justicia- es la prueba de que ser de Jojutla no garantiza la buena educación ni la cordura.
El viernes por la noche por causalidad llegó a mis manos uno de los libros emblemáticos de José Saramago, quien tenía pocas horas de haber muerto. Tomé el libro sólo por curiosidad y si no me he forzado a dejarlo a las tres de la mañana, me paso la noche en vela.
Hoy nuevamente puede temblar, se pueden vaciar los ríos y los océanos u ocurrir cualquier otra catástrofe natural o humana sin que los mexicano se conmuevan o traten siquiera de defenderse, porque jugará la selección de futbol su segundo partido.
Creer que los ciudadanos son menores de edad lleva a comportarse como se comporta el ex árbitro Francisco Alva Meraz, actual director del Transporte, quien anunció como la mayor novedad que él acabaría con la anarquía que impera en el servicio público y transformaría el sector.
Uno de los periodistas motivados a inscribirse al premio de periodismo que recién se convocó –y cuyos lineamientos su servidor no había leído con cuidado- ha descubierto el poco aprecio que se tiene a nuestra profesión –considerada por los políticos como un mal necesario que ojalá no existiera, más que para llenarlos de flores-.
Una vez más me encuentro muy limitado de espacio, por lo que mi filípica sobre los malos servidores públicos que se están acabando lo poco que dejaron los que recién se fueron.