Pequeño detalle

Uno de los periodistas motivados a inscribirse al premio de periodismo que recién se convocó –y cuyos lineamientos su servidor no había leído con cuidado- ha descubierto el poco aprecio que se tiene a nuestra profesión –considerada por los políticos como un mal necesario que ojalá no existiera, más que para llenarlos de flores-.

Resulta que los periódicos, las televisoras y las estaciones de radio llenan la mayor parte de sus contenidos noticiosos con notas informativas. Pero resulta que en el dichoso premio no consideraron esa categoría.

El día a día se construye a base de ese género, muy castigado desde hace años porque la mayor parte de las notas que se difunden en realidad son comunicados oficiales, que no requieren un gran trabajo periodístico.

Pero hay colegas que se parten el alma por conseguir las mejores notas y sin embargo están excluidos –por lo menos en la presente edición- de poner en competencia su trabajo.

Pequeño detalle que nadie vio y que ejemplifica muy bien la visión que se tiene de este sufrido negocio.

Supongo que tarde o temprano la omisión se corregirá, pero mientras allí ha quedado, en letra impresa.