Sin internet

Que difícil es vivir (casi) sin internet. El caño causado a una importante antena en Monterrey desconectó totalmente el servicio de Cablemas, que surte a la empresa donde labora y paso la mayor parte del día.
Parte o la totalidad del tráfico que vio su camino habitual truncado se dirige ahora por las conexiones que usa Telmex, que ha resentido la demanda y ahora sufre una bajada notable de la velocidad para subir y descargar.
No tienen idea de lo difícil que es hacer un periódico en esas condiciones, sobre todo porque aquí estamos acostumbrados al ciberespacio desde hace por lo menos once años.
Claro, antes haciamos el mismo trabajo (en realidad menos) sin internet, ni cámaras digitales ni muchas otras comodidades habituales hoy en día, pero por eso había más gente en labores que al hacerlas a la antigüita cuestan mucho trabajo.
En fin, lo mejor es que sobreviviremos.