El Texcal  

Pedro Juárez Guadarrama fue víctima de la negligencia de quienes le antecedieron en el cargo y la de él mismo, cuando fue agredido por varios de quienes habitan legalmente en la reserva ecológica de El Texcal.

Son demasiados los que tienen responsabilidad en lo que ocurrió, porque permitieron que el negocio de la venta de terrenos prosperara durante la última década por razones que sólo ellos conocen.

Para colmo, no le pueden echar la culpa al PRI, porque esos diez años han sido blanquiazules.

Pero a tal grado ha crecido el problema que ahora es ya incontrolable. Claro, también demuestra la doble medida del gobierno anterior, que permitió a empresas constructoras de casas arrasar con zonas protegidas para hacer negocio y salpicar.

Pero como la naturaleza odia los espacios vacíos –siempre lo he dicho- si no se castiga a quienes promovieron y ejecutaron la agresión, al rato va a ser más difícil aún para las autoridades poner un pie en esa zona, no digamos desalojarla.

Por lo pronto, quienes permitieron esa ocupación hoy viven felices y contentos, olvidados de cualquier responsabilidad y sin temor a ser castigados por haber delinquido, ya sea por acción o por omisión.