lunes, marzo 07, 2011

Pensamiento único

 La participación de la sociedad en los asuntos públicos, un tema reiterado en esta columna, es algo que no interesa ni a los mismos integrantes de la sociedad.
Pocos, poquísimos, son los que opinan cuando hay un foro adecuado para tal fin. Y siempre son los mismos.
Y no me refiero sólo a los foros y congresos preparados desde el poder para simular que se consulta a la población.
Me refiero a cualquier tipo de foro, porque igual en los medios de comunicación (sea cuál sea su plataforma de difusión) la gente que opina en los espacios creados ex profeso se puede contar con los dedos de una mano.
Y todo porque somos de una generación que no alienta el disenso y mucho menos el debate.
En la escuela nos enseñaban en mis tiempos –no tan lejanos- a respetar a la autoridad por encima de todas las cosas. Hoy no les enseñan nada –para eso están Televisa Y TV Azteca- pero ni falta que hace. El resultado al final es el mismo. No hay la intención de participar, de opinar, de tomar la palabra para dar a conocer una idea diferente.
Somos una sociedad de pensamiento único, pero eso no quiere decir que el pensamiento y la inteligencia vayan de la mano.
Y mientras todos pensamos así, quienes nos motivan a no cambiar de idea siguen en lo suyo, que es acabarse este país.
Y ya casi lo logra…

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