No es por molestar, pero…

Los que dan servicio de taxi usando motocicletas en el municipio de Tlaltizapán se han convertido en un nuevo factor de inestabilidad –el enésimo- como lo demostraron ayer, cuando por horas cerraron una carretera importante sin que nadie les dijera nada.

No se trata de algo redundante, sino de llamar la atención sobre una situación crucial para la entidad: los conflictos internos, ya sea de grupos, de gremios o de comunidades.

Así como los panistas se dan gusto inventando obstáculos para abollar la imagen del alcalde de Cuernavaca y precandidato a la gubernatura por el PRI, así los del tricolor se dan vuelo en eso de crear conflictos o fomentar los ya existentes.

Del PRD, ni se diga, aunque están tan mal organizados que no son tan dañinos, pues ese partido sólo existe en la imaginación de quienes sacan ganancia de las manoseadas siglas.

Los priistas se la saben de todas todas, mientras el PAN ha puesto en el control de daños a gente sin la aptitud. Pero quienes pagan los platos rotos somos los ciudadanos, como los que ayer durante horas no pudieron llegar a su destino por una protesta cuyo origen es menor, casi insignificante.

Como ven, no se trata de molestar, sino de llamar la atención sobre una grave carencia que tendrá costos sociales cada vez mayores, sin mencionar que ayudará a darle otro empujoncito al partido blanquiazul rumbo al precipio.