El poder y la gloria

 Sorpresas te da la vida

Ayer me enteré de la razón por la que el Pingo es ahora un perro más serio y responsable, un cambio que se dio de repente y que no correspondía con sus conductas anteriores, de filósofo de pueblo en permanente ensoñación.

Además de sus croquetas, Pingo comía prójimo todos los días, tal y como lo he narrado en este espacio.

Pero de pronto es más circunspecto (permita poner de vez en cuando una palabra dominguera, ya que esta columna no sale los domingos) y sus juicios suenan más doctorales y los expresa en una atmósfera de solemnidad

Y ayer resolví el misterio.

Resulta que Pingo es papá (de cuatro exactamente) como fruto de sus publicitadas dotes de semental intelectual (con cacofonía incluida). Y ahora mira al futuro.

Con su secreto al descubierto, el perro que se cree amo en la casa de ustedes dijo que ahora tiene motivos de sobra para preocuparse por los caminos que sigue el mundo.

Y amenaza con ser más crítico, porque asegura que lo que no se diga a tiempo ya no vale y que alguien tiene que señalar las cosas que están mal para que se corrijan.

Le platiqué que precisamente ese es el trabajo de nosotros los periodistas, pero no me hizo mucho caso, perdido como estaba en sus reflexiones, para ahondar –así lo cree él- en el conocimiento de la raza humana, incapaz –reitera- de aprender de sus propios errores para mejorar.

Como se estaba poniendo demasiado serio di por terminada la charla (mejor dicho, é de escuchar su monólogo) pero ya las contaré de qué manera hará sentir sus incisivas particiones en este columna.

Por lo pronto lo prometido es deuda: en mi blog personal (http://oscardavis.blogspot.com)  pongo hoy la primera foto del Pingo. No es tan reciente, porque acaba de estrenar su look de verano, más fresco. Vean su rostro de seriedad y firmeza.